domingo, 9 de diciembre de 2007

Desprendimiento

El Masculinario salió a la calle y de la mejor manera me acompañaron para despedirlo. Y allá va. Pero ahora ustedes elijan un lugar, tomen asiento, pidan un trago o algo para comer...yo les preparo. Pónganse cómodos y cuéntenme de ustedes, de sus bocados preferidos o sus letras más apetitosas. Cocinemos juntos que hay materia prima para rato.

jueves, 25 de octubre de 2007

el ojo del amo engorda el ganado

Se acercaba transpirando. Dudó un par de veces si darse vuelta o no, hasta que al final lo hizo, y vio a todos alentándolo. Tuvo la sensación de que algunos lo hacían con maldad, pero la verdad es que no tenía demasiado tiempo para pensar en eso: la lechera había quedado pura piel y hueso. Y bué-pensó-para algo soy el amo. Alimentar a las vacas le salió un ojo de la cara, y no le cae tan mal que le digan "el tuerto". Queda más que claro que no es eso lo que lo atormenta, sino el hecho de no saber dónde están los otros ojos, los que no son de "la cara"...A veces es importante tener los ojos en la barata...